La Merkabá - El Misterio del Nombre de Dios
La tesis "La Merkaba: el misterio del Nombre de Dios" trata de uno de los asuntos de mayor complejidad dentro de la teología del judaísmo, el de la naturaleza de Dios.
A lo largo de los siglos el Dios de Israel se fue transformando de ese Dios antropomórfico a un Dios infinito e invisible.
Esto constituye una gran contradicción debido a que en algún momento de la historia judía se llegó a la conclusión de la existencia de los dos dioses, el Dios mayor o Infinito y el Dios menor. En este marco binitario nació luego el cristianismo.
El Dios mayor o Infinito no aparece en el texto literal de la Torá y los cabalistas lo situaron fuera del mismo en el mundo de la Alef, antes del comienzo del primer versículo bíblico.
Así el Dios de la Torá fue siempre para los cabalistas el Dios menor o el Dios de la Merkabá que era completamente antropomórfico y que se encuentra dentro del universo espacio-temporal de la creación (Briá) La propuesta de este trabajo doctoral es explicar las contradicciones teológicas del judaísmo en relación al tema mesiánico, porque el asunto mesiánico fue mezclado deliberadamente por los fariseos para ocultar los antropomorfismos del Dios de la Merkaba.
Para el fariseísmo, el Mesías y el Dios de la Merkabá en realidad son el mismo personaje. Esto no fue así cuando nació la idea del Mesías. El Mesías tenía una función completamente política de redención nacional del pueblo de Israel.
Sin embargo, los fariseos desplazaron la idea del Mesías para ocultar al Dios de la Merkabá, y por lo tanto, realzaron la figura del Dios infinito e invisible.
El Dios de Israel del texto literal es el Dios antropomórfico de la Merkabá, y no puede ser considerado como el Mesías como luego lo mezclaron los fariseos.
Sin embargo, durante los últimos dos mil años los rabinos y sobretodo los filósofos judíos tomaron el camino de la divinización del Infinito con el nombre del Ein Sof.
La tesis que presentó ante la Universidad de Murcia demuestra que el Dios de Israel sigue siendo el antropomórfico Dios de la Merkabá, y que probablemente su estrategia de ocultamiento (con la prohibición de las imágenes) fue indudablemente para alcanzar la abstracción del Infinito.
El Infinito no puede ser considerado como Dios dado que Dios es un concepto limitado y a Dios no se le puede limitar, pero el Dios de Israel que se encuentra en el texto de la Torá es indudablemente antropomórfico y posee serias limitaciones.
Sin embargo, podemos demostrar que la transmisión de la realidad de la energía infinita (Ein Sof) fue el verdadero mensaje del Dios literal de la Torá: el Dios de la Merkabá.